Sinfonía de cama en amor menor


- Anda, toma este pañuelo y véndame los ojos... - sugiere ella con voz suave pero firme.

- Sí así lo deseas,... me apetece - obedece él invadido por el morbo que la situación le provoca. 

Le venda los ojos con un pañuelo negro que ha ido doblando, casi ceremonialmente, mientras se relame imaginándola a su merced. Equivocadamente indefensa. 

Pasan unos minutos eternos para él, dominado por el martirio de la impaciencia, mientras ella apenas dice nada y tansolo emite leves jadeos de placer acompañando a las caricias que le regala su obediente amante de esta noche.

Hasta que él le pide, casi suplicando de inquietud:
- Venga, quítate ya el pañuelo, quiero besarte mirándote a los ojos...

Y ella, serenando su excitación por un instante, le pregunta:
- ¿Para qué? Así puedo seguir imaginando que eres quién yo quiera...



Comentarios

  1. Es el momento de que él también cierre los ojos..

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  2. Que cabrona la tía, ¿eh?

    A mí me suelta eso y le meto una patada en el coño.

    Besitos, monada.

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  3. ZAS, en toda la boca! Aunque no hace falta cerrar los ojos para que la imaginación vuele.

    1besico!

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  4. No hay nada como la sinceridad para devolverte a la realidad. Es la mejor manera de ser consciente de lo que hay y aprovechar lo que tienes o se te ofrece. Ahora el colega ya sabe que va a echar un polvo en vez de hacer el amor. Y a veces es más gratificante.

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  5. Bigmouth, me gusta tu final alternativo ;)

    Tripi, es que zorras hay muchas.

    Fiona, tienes toda la razón, nena, yo también sueño con los ojos abiertos.

    Bubo, me has leído a la perfección.

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